El avión
Las luces de bengala estallaron en lo alto, y una luz rojiza encendió el cielo en la distancia. Las blancas nubes de algodón se tiñeron de naranja y amarillo. Cuando la luz se disipó, los próximos segundos fueron de pura incertidumbre. En el horizonte, las aldeas seguían sin dar respuesta. Había tiempo para dos bengalas más, luego, el caos y el miedo comenzarían a colmar el lugar. A los quince minutos, se decidió volver a intentar con la segunda luz de auxilio. La respuesta tampoco sobrevino, y el ansia de no encontrar a ninguna persona con vida, encendía todas las alarmas. Bastaron solo cinco minutos más, para que se decidiera utilizar la última luz de bengala. En un abrir y cerrar de ojos, la atmósfera se iluminó totalmente y se volvió a apagar rápidamente, mientras el ocaso, precipitaba el comienzo de la noche. En la lejanía, ninguna luz de respuesta blandió el atardecer. En poco tiempo, un murmullo embravecido se adueñó del lugar, y comenzó a hacerse más fuerte a medida que pasaban los minutos. Se resolvió entonces, que un equipo cruzaría el bosque y empezaría la búsqueda en las aldeas. De repente, antes de comenzar, una exigua luz blanca intermitente apareció a lo lejos. Era un mensaje en código morse. Alguien tomó un papel, y empezó a intentar descifrar el mensaje. Líneas y puntos cubrían el escrito, hasta que las letras empezaron a formar palabras sin sentido, todas desordenadas. Varias personas se sumaron a la odisea, y comenzaron a buscarle significado. El resultado los sorprendió por completo: <<Estamos bien. Somos tres. Nos acompañan varias personas más. Pueden venir. Son de un mundo distante y nos han ayudado. No podíamos comunicarnos antes, porque recién conectamos con su idioma. La aldea está bien y nuestro avión también. Somos la tripulación del avión 914.>>

Excelente historia, me dejo expectante
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