El final

Por favor, necesito que no le cuenten el final de esta historia, no se lo digan, por favor, les ruego que no lo hagan. Deténganse antes de terminarla, y no le cuenten el final de este breve cuento, porque cada línea anterior, es la sucesión de años y memorias intrínsecas, atadas a cabos irregulares, atraída por los pasos de personas que nos cruzamos, erosionadas por manchas que deja el dolor. No le cuenten, por favor. Aunque temerosos, intenten hacerlo, por favor no lo hagan, esperen un poco más, esperen que termine este dolor, y luego díganle cada palabra, cada forma, cada movimiento. Cuando todo culmine, díganle cada detalle; para que entienda por qué sucedió y por qué estuve aquí. Para que comprenda, por que me trajeron a estas rejas, porque me dejaron sin agua, porque me abandonaron aquí. Díganle cada detalle, cuando ya sea un rastro en el tiempo, y así tenga el poder suficiente, junto a miles y millones, de vencer a lo invencible, de armar lo desarmado, y de cerrar cada hueco traslúcido, de cada herida por sangrar. Díganle por fin todo lo que hicieron, y cuéntenle el final, porque así podrá aprender de lo sucedido, y hará justicia con cada movimiento.

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