El muro

El muro es contiguo y molesto, es austero, gigante, sin miedos. Es avasallante, perverso, un dios gigante de concreto, la barrera humana atroz para el pensamiento, un ideal opacado por los embusteros, las batallas perdidas en aquel gigante de hierro, una premonición de lo viejo, un no discernir, un aguacero eterno. El muro es la cal que corroe nuestros huesos, que nos atinge, nos abandona, nos quita el aliento. El muro es nuestra voz gritándole al silencio, es la pócima exigua de los contratiempos, la efeméride de un día eterno. Ojalá el ingenio pueda con el muro, derribe el mito, venza la plegaria, y logre su proyecto; destruya la partícula, elimine el odio, y permita nuestros sueños, para poder ser libres de toda norma absurda, y habitar el mundo que merecemos.

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