Habrá cansancio

 


Llegaré mañana, y habrá cansancio en los valles, en el rescoldo, en las montañas. Habrá cansancio en los montes, en la espesura. Habrá cansancio en los recodos de las avenidas y de las plazas, y en el tesoro valiente de lo incomprendido. Habrá cansancio esperando que se agote lo imposible, habrá cansancio que ha quedado, de tanta espera y de tanto desánimo. Habrá cansancio, y no habrá forma de evitarlo, porque tanto tiempo fue esperarlo, que el cansancio al fin será olvido lejano, fuente prismática, del pergamino de los años por venir. Habrá cansancio, equiparable con el tiempo añorado, cansancio derruido y desalmado, evitable pero corregible, hoy, después de tanto. Habrá cansancio que una loma, un dolor, un desamparo, no van a evitar que perdure, porque será olvido de cansancio, eclipsado por estos tiempos, que estarán armando un sosiego, para el momento en que mañana habremos llegado, y cruzado el extenso valle, la extensa llanura, los verdes paisajes, la espesura, las montañas, los puentes, las islas, los cayos. Habrá cansancio que se irá apagando, lentamente, con los años, y ese será el momento en que el porvenir, habrá marcado un punto de partida para seguir, y para darnos ánimos de continuar, en esta espera hacia el mañana añorado.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

El final

Campos

Papúa (Capítulo 1)

Maldivas

El sueño