Batalla
Luchamos en el mismo lugar, apenas dos kilómetros de distancia. La misma onda expansiva, el mismo temor, los mismos enemigos. No puedo olvidar el momento del desarme, y toda la subjetividad de aquel instante. Fue tenebroso escuchar la voz en off de alguien que gritaba a nuestras espaldas. Recuerdo bien el arma, el tirador, volver a tierra. Me recuerdo obviando el alrededor, intentando detener todas las balas, cuidándola y protegiéndonos. Me he preguntado más de mil veces por qué. Por qué no había alguien cerca, por qué el tiempo es más lento en ese instante, por qué tanta malicia y desidia. No hay respuestas, todo es injusticia y sufrimiento.
Continuamos luchando en la misma batalla. El dolor sigue sucediendo, pero la guerra es más permeable, y la victoria está cada vez más cerca.

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