La ruta al sur
La próxima estación queda a diez kilómetros de aquí. Luego de eso, comienza la Avenida del Sol, y unos metros más allá, empieza la Rotonda de los Viajes. Casi nadie se detiene en el centro a observar el paisaje, solo continúan su rutina, sin ver como se mueven las hojas, o como cae el sol en el poniente. Todo es lánguido. Pensar que unos años atrás, la Rotonda era un sitio distinto. Nos deteníamos a ver el comienzo de la Ruta al Sur, y esperábamos nuestro turno, para comenzar el intenso viaje: kilómetros y kilómetros de azul y espacio. Hoy nadie espera el instante, van directo a la Ruta, siguiendo la corriente. Por mi parte, prefiero seguir sintiendo el viento en la piel, y detenerme un instante en la Rotonda, y observar la extensa Ruta perderse en el horizonte de los viajes, para comprender, porque cada cambio de estación es un pulso distinto, para las aves migratorias.

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